Hoy en la tarde estaba tocando el piano cuando de pronto me di cuenta que no habia hecho ninguno de los trabajos de la universidad, decidí ignorarlo y segui tocando pero me di cuenta que estaba buscando una excusa más para no terminar esos trabajos y esperar una vez más a la última hora para poder hacerlos y luego estar quejándome con el resto diciendoles, “es demasiado, creo que me voy a retirar del curso”, que gracioso, me doy cuenta de lo estúpido que soy cuando escribo todo esto pero es mi realidad y me cuesta aceptarla. Sin embargo, tocar el piano me hace sentir mucho mejor, siento que no hay nadie a mi alrededor (bueno en realidad no hay nadie, estoy solo en este cuarto) y que sólo estoy yo con la música, por eso cuando estoy caminando por las calles sólo basta con ponerme los audifonos y me olvido del mundo, es para mi como un escape de la realidad, esta maldita realidad que cada vez nos hace más indiferentes (me incluyo), pero que sin embargo nos afecta, del modo que sólo la ignoramos. A mi a veces me cuesta aceptarla y siempre me pongo a pensar por qué los peruanos tenemos que ser tan “co#%dos” y no hacer nada cuando no nos tratan con el debido respeto, un claro ejemplo se da en nuestro transporte público, a quién no le ha pasado que cuando sube a una combi el cobrador les cobre más de lo debido o que los mande al fondo para que suba mas gente diciendo, “avance un poquito, al fondo hay sitio”, que conchudos que son, pero a veces no podemos darnos el lujo de dejar pasar “esa” combi porque suelen llenarse muy rápido. Es por eso que creo que yo no haré nada para solucionar ese problema, que no sólo es mío sino de todos y por eso creo que lo ignoro tal y como ignoré mi tarea de hoy y seguí tocando el piano.
